¡Qué curioso! Hoy al entrar en el trastero de mi memoria veo que mi dron-libélula como un poco rosita, me preocupa, no se a que será debido, ante la duda lo inicio, y cuando veo en la pantalla lo que sale, lo entiendo; es como si me estuviera acusando de machista, porque solo hablo de los chicos, y ahora estoy viendo una pandilla de chicas que están dibujando algo en el suelo, unas rayas horizontales, y otras verticales que cruzan haciendo un dibujo a cuadros.
Una de ellas lanza una piedra plana a uno de los cuadros y a pie cojito empieza a saltar empujando la piedra que va pasando de cuadro en cuadro, cuando se queda en medio de dos, otra exclama: ¡mala! Y la releva en el juego, así hasta que completan el recorrido, una y otra vez, cuando oyen a las madres que las llaman con un ¡venga pa' casa! Y dejan de jugar a la tángana.
Mi dron-libélula recobra su color y uno de los pilotos parpadea, lo entiendo, me quiere decir que otro día más juegos de niñas.
Lo coloco en su base y a esperar hasta que hurgue el el rescoldo de los recuerdos.
25/9/2019
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