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viernes, 13 de febrero de 2015

Antonio Garcia López "El Pilongo"


 LAS MINAS Y "PILONGO"



Actualmente muchas personas son devotas de Santa Bárbara, Patrona de Villanueva del Río y Minas. En este lugar existe una bella imagen de dicha santa, a la que todo el mundo venera. Esta fue creada por un artista que era minero de profesión. La gran mayoría de las nuevas Generaciones suelen preguntar que quien era el autor de la imagen sintiendo curiosidad por saber algo de su vida. Este se llamaba Antonio García López, aunque se le conoce con el apodo de "Pilongo", cuando se le preguntaba el porqué de dicho mote contestaba que le venía de un antepasado suyo, cuyo rostro presentaba tal cantidad de arrugas similar a una vieja castaña pilonga por ello le pusieron "Pilongo", apodo que han ido heredando todos sus descendientes.
Aunque el siempre se sintió hijo del pueblo Minero, nació en Tocina un 2 de Mayo del año 1903, fue el menor de ocho hermanos, cuando solamente tenía cinco años junto con su familia se trasladaron a vivir a la antigua venta de las cañas, situada a algo más de un kilómetro, junto a la carretera de salida de Villanueva del Río y Minas hacia Villanueva del Río. El nombre de dicho lugar era debido a que la vivienda estaba construida de forma rústica con gran cantidad de cañas, era un sitio de tránsito que servía de descanso a los obreros que caminaban diariamente desde Alcolea del Río y Villanueva del Río hasta las Minas. Su familia regentaba en la venta un Bar, incluso allí fueron famosos los bailes que se celebraban al que acudían personas de toda la comarca, cuya orquesta tocaba en un improvisado tablado construido en lo alto de un olivo.



De muy joven a Antonio se le vio sus auto didácticas cualidades artísticas dibujando todo lo que su vista abarcaba y modelando con el barro figuras con un verdadero realismo, en la que predominaban los motivos religiosos ya que era persona muy creyente.

A los catorce años de edad se incorporó al mundo laboral como peón de albañil, poco después paso a trabajar de minero al "pozo 7" allí en eternas noches negras transcurrió gran parte de su vida. En la década de los años 1920, Antonio había cumplido mas de veinte años no paraba de crear obras de arte, una de ellas fue un cristo crucificado para la capilla del cementerio de las Minas, que desgraciadamente fue destruido durante la contienda de la Guerra Civil Española, posterior en el lugar también existía una copia más pequeña que se le atribuía al mismo. Su arte fue cosechando cada vez más reconocimiento y forma en el entorno, tanto fue así que ilustres personajes de la comarca.

El Ingeniero Director de las Minas M.Z.A D. Juan Gómez Torga y D. Anselmo Rivas, político y alcalde que fue de Sevilla, aristócrata consorte, dueño de un palacio en la calle de Serrano de la capital, propietario de Haciendas en la comarca de Villanueva del Río y Minas, como la finca de "Alcornocalejos" de los pinillos, ambos lo protegieron y le proporcionaron una beca para que perfeccionara sus conocimientos en bellas artes de Madrid. Allí fue discípulo predilecto del escultor Marchenero Coullant Varela, este le llamaba el Minerito, con el aprendió y colaboró en trabajos importantes como por ejemplo, Monumento a Cervantes en la Plaza de España Madrileña, creado por su profesor en el que Pilongo modeló la cabeza de la escultura del rucio de Sancho Panza. Según él comentaba también recibió clase del famoso escultor valenciano Mariano Benlliure, al que sirvió de modelo para la creación de uno de los personajes del monumento al torero Joselito, que hay en el cementerio San Fernando de Sevilla.

Tras la muerte trágica de uno de sus padrinos el ingeniero jefe de Las Minas, D. Juan Gómez Torga, Antonio vuelve, y estuvo colaborando con su familia en los trabajos del bar "Venta de las Cañas".

Poco después laboralmente se incorporó  de obrero en la mina. Hay un verso escrito por su ya fallecido sobrino Manuel Barja, que lo describe:

"Esperando en el enganche  
En el enganche del cuatro
Los "Toques" de Santander
O en el cuarto de Capilla
Canturreaba Pilongo
Martinetes, Seguidillas,
Cuando la guerra ocurrió
A instancias del Capataz
Castillejo se llamaba
Jefe de la entibación
Del ocho, donde Pilongo
Se estrenó en la Minería
Ayudando al maestro Herrero
Entallando pies derechos
Descargando los costeros
En el relevo del día.
Se Jubiló de Minero
Pudo ser un escultor 
Famoso, ganar dinero
Pero el pozo le enganchó.

Él fue un artista totalmente desinteresado ya que casi siempre hacía trabajos de manera altruista, como hizo con una obra desaparecida de un grupo escultórico representativo de "La Patria" que regaló al antiguo batallón Infantil que había en Las Minas.


En la Postguerra el nuevo ingeniero director de las Minas M.Z.A Don Manuel Gómez Alvarez- Acevedo pronto se dio cuenta de las cualidades creativas artísticas de Antonio, al que laboralmente siempre procuraba emplearlo en trabajos en la empresa y del pueblo donde podía desarrollar su arte.


Allá por los años 1940, nuestro artista junto con un grupo de mineros tuvieron la idea de hacer una romería al igual que las existentes en todos los pueblos de la Comarca, para ello contaron con el beneplácito y apoyo, del ingeniero director Don Manuel Gómez Alvarez-Acevedo, se pusieron a trabajar creando una hermandad. Pilongo enseguida se puso mano a la obra para realizar la bella imagen de Santa Bárbara, que todos conocemos en la que puso todo su cariño, terminada la escultura después de ser bendecida por el párroco D.Aniceto Vecilla Turiño, el día 21 de Mayo de año 1944, se celebro la primera romería de Santa Barbara, que fue en peregrinación al enigmático cerro de la Encarnación, donde la familia Pinillo dueños del lugar autorizaron la construcción de su ermita de la que aún se conservan parte de la misma ya que tuvo que ser abandonada en los años 70 por falta de medios económicos cuando se cerraron las ,minas cuya empresa potenciaba su conservación.




Al cumplir los 62 años de edad alcanzó la jubilación como minero, cobrando una pensión de 5.400 ptas mensuales con la que tenia suficiente para vivir y ahorrar algún dinero que guardaba en un viejo cantar, que repartía todos los años dando alimentos a todos los padres del pueblo.



Vivía como un ermitaño, era una humilde persona que le tocó vivir una época en la que era mal visto manifestar libremente los sentimientos o manera sexual de amar al prójimo por ello siempre escogió como su refugio La Venta de las Cañas, a donde tenia su estudio en el que se sentía realizado creando sus obras de arte.

En una ocasión allá por los años 60, junto a unos amigos fueron montados en bicicleta a la romería de la virgen de Setefilla en Lora del Río, continúe en Pilongo y la Virgen de Setefilla.

 La Romería de Santa Bárbara, se dejo de hacer en el cerro de la Encarnación a donde tuvo sus comienzos, luego paso a celebrarse durante algunos años en los pinares de San Fernando junto a la fuente de la "Rata Madre" en el barrio a donde está su nueva Ermita, en la actualidad la peregrinación se desarrolla en el paradisíatico lugar de las palmeras de Río Parroso, allí se le trató de construir otra ermita lo cual fue un  lamentable intento fallido. Pero a pesar de ello cada año los mineros en el Parroso, seguiremos celebrando la romería a Santa Bárbara, en la que vivía, su creador Pilongo, nunca dejo de estar presente acompañando a pie todo su recorrido junto a la carroza portadora de la imagen de la santa. Se le podían ver con un sombrero cordobés de ala ancha, o arrancándose a bailar por Sevillanas, siempre con el semblante de humildad que le caracterizaba .


También en el de la ofrenda floral, era el primero que se prestaba ante Santa Bárbara , llevándole siempre tres rosas rojas que simbolizaban algo muy intimo para el, como expresaba el verso que la escribió.


"Crees que de ti me he olvidado" (Escrito por Pilongo).

Últimos años de Romería al cerro de la Encarnación.



 
Su arte siempre estuvo presente con su colaboración en los acontecimientos culturales del pueblo, por citar algunos; Hizo una carroza para la reina de las fiestas de Villanueva del Río, por lo que le dieron un merecido homenaje.

Por el contrario nunca recibió el apoyo necesario para culminar una gran obra en la que estaba trabajando como era el monumento al minero. Vivía como un ermitaño, en el 1984, sin lujos, incluso no tenia ni luz eléctrica con la que alumbrarse, para ello usaba velas encendidas. Por desgracia posiblemente esta fue la causa de que se produjese un incendia en su dormitorio que arraso parte de la vivienda destruyendo la gran mayoría de obras de arte, como la imagen de Setefilla, o una pintura al óleo de Jesús sacrificado que tenía en la cabecera de su cama. Fue tanto estrés y desasosiego que sufrió aquel fatídico día que falleció a causa de un infarto de corazón, dejando este mundo el día 26 de Junio del año 1986, a los 83 años de edad.

Autoretrato de Pilongo

Vivió entre nosotros, y se adentró tango en nuestras vidas, que aunque hoy no este, siempre permanecerá en el recuerdo de toda aquella persona que como él se sienta minero hasta la Médula. Fue como tantos hombre de los que se colgaron de la jaula o ascensor para sacar aquel oro negro que tantas alegrías, y la vez tantas penas, cansaba todos los días en nuestras cosas. Pero no por ello abandonó sus ideas artísticas, sino todo lo contrario, compartió a diario las dos profesiones durante muchos años, como muy bien lo demuestra el legado que ha dejado en nuestro pueblo de su arte que culminó con la imagen de Santa Bárbara, patrona del pueblo y venerado por todos/as.

Tras de su muerte el reconocimiento a su persona siempre está presente entre los mineros. El Ayuntamiento agrego su nombre al nomenclato de una calle del pueblo, este después de algún tiempo por considerar por varias causas que no era el lugar adecuado, se le ha trasladado a u sitio más vinculado a su persona como es, la glorieta que hay junto a la Casa de la Cultura.

Su sobrino Antonio Barja en el año 1994 organizo una exposición de esculturas y dibujos del artista en el salón de actos Municipal, desde entonces no se ha vuelto a realizar ningún tipo de exposición.

En el cementerio de Santa Bárbara de Villanueva del Río y Minas esta la tumba de Antonio García López "Pilongo", en ella reza el siguiente epitafio:


"Pasaste por este mundo
con la humildad del silencio
pero dejaste el mejor 
regalo que hoy te acompaña 
en el cielo"



Artículo escrito por Pepe Hinojo.
Editado desde Miner@s por el mundo.